Dualidad

La última cuerda


Las flores no tendrían que marchitarse nunca sin embargo, nada es para siempre, y ese es el ciclo de la vida. Difícil de entender pero real y a veces cruel.  La vida de los seres humanos está detrás de una línea tan delgada, como un efímero rayo de luz, pero no por ello habría que renunciar. Despertamos cada día esperando que nos sorprenda la alegría en cualquier momento, en cualquier gesto. 

Caminando por la vida, he comprobado que tenemos mucho amor en el corazón, fortaleza en el alma y montañas de palabras en los labios.  Tenemos también muchas vidas en una vida, nos creamos en un lugar y nos reinventamos en otro, bajo ciertas circunstancias.  Nos conducimos sonriendo o padeciendo contradictorios, es la dualidad; decir más sería, lo bueno y lo malo así de simple o, la resistencia y la condescendencia al extremo de una mesa puesta, pero siempre partir de un momento, el más importante porque es hoy, este, donde estamos vivos y seguimos amando a la vida a lo que se mueva a nuestro alrededor. 

Al final solo quedará un suspiro cuando alguien invoque mi recuerdo, nuestro recuerdo. Y será lo mejor porque nuestra vida quedará perdida en los confines del universo, regresando a ser materia muerta, energía suelta a un nuevo comienzo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

    HOY TAMBIÉN Como otros varios y tantos días, hoy también llegó tu recuerdo a mi mente, no me avisó, me tomó por sorpresa y como siempr...